Además de ser un desperdicio de dinero, tiempo y energía (todos tuyos que invertiste en traer la comida a tu casa), la comida que se desperdicia y termina en el relleno sanitario es una fuente importante en gases de efecto invernadero. A pesar de los intentos de separación de la basura, la mayor parte de los desechos orgánicos siguen lléndose a relleno sanitario. En México la fracción orgánica en el relleno sanitario contribuye un 3-6% de las emisiones de gases de efecto invernadero (ref).

En todo el mundo se desperdicia muchísima comida en procesamiento y transporte, ya en el supermercado y otra vez en las casas. Algunas frutas y verduras ni llegan a ponerse a la venta simplemente porque vienen “deformes”. (Buena noticia: en algunos países ya diseñaron una estrategia para poner las piezas deformes a la venta más baratas, para que no se tiraran).

Datos en México

Un estudio reciente comisionado por el Banco Mundial nos indica que en México se desperdician 20.4 millones de toneladas de comida al año, lo cual equivale al 34% de la producción de alimentos. Gran parte de este desperdicio es en la cadena de producción y transporte por falta de estrategias y cámaras de frío para preservar la cosecha. Pero una parte es también en los hogares.

Cuando tiramos comida, en efecto también estamos “tirando” todos los recursos que se usaron para sembrar, hacer crecer, cosechar, procesar y transportar esa comida, procesos que significan enormes cantidades de agua y combustibles fósiles.

En un país donde 7% de los niños urbanos y el 14% de los niños rurales crecen desnutridos (ref), es una aberración que se desperdicien 20 millones de toneladas de comida al año.

¿Qué puedo hacer yo? 

1. Mejora tus habilidades para almacenar la fruta y la verdura

¿Sabías que la fruta y la verdura siguen respirando después de cosechadas? Esto afecta cómo debes guardarlas.

2. Guarda bien la comida.

• Si tienes más comida de la que te puedas comer en un par de días, congélala (LINK).
• Antes de guardar guisados en el refri/congelador, hiérvelos y déjalos enfriar. Así sabes que cualquier bacteria u espora de hongo que le haya caído mientras preparabas/servías ha quedado neutralizado antes de guardar lo que queda.
• Hay muchas formas de preservar la comida. Si te sobran frutas, considera hacer una mermelada o un pastel (LINK), si te sobran verduras, un escabeche.

3. Haz un plan de comidas

Para saber qué comprar y que no te sobre más de lo que tienes capacidad de guardar. En tu plan de comidas, trata de incluir la idea de usar sobras para lonches y ponte recordatorios para iniciar la preparación previa (como de leguminosas que hay que remojar una noche antes). Te alivianará el día además de cuidar el planeta. Lee más…

4. Recetas con las sobras

Hay muchas cosas que podemos hacer con las sobras de comida. Lo más sencillo es transformarlas en sopas (prácticamente todas las verduras que te sobran pueden ser sopa) pero hay muchas ideas más. Pica aquí para que te demos algunas de nuestras acciones más cotidianas.

5. En el supermercado

El informe del Banco Mundial subrayó que gran parte del desperdicio que se da entre el supermercado y la casa es porque se le ponen fechas de caducidad tempranas a la comida, para que circule más comida y se venda más. Aquí algunas sugerencias para contrarrestar ese efecto:

• Elige la que está hasta adelante: por ejemplo en la sección de lácteos, todos sabemos que las leches/quesos/ yogurts/cremas más nuevas están hasta atrás. Si es algo que vas a consumir ese día, no necesitas que tenga una fecha de caducidad dentro de 10 días. Llévate la de adelante para que no se desperdicie.
• Llévate los plátanos sueltos. Son igual de buenos que los que vienen en racimos, pero si nadie se los lleva los supermercados los tiran.
• No huyas de la fruta madura. Si sabes que mañana va a estar mala y tu la quieres (o puedes) comer hoy, cómprala tu para que no se malogre y el supermercado la tire. ¡Piensa que tu la salvaste del relleno sanitario!
• Anímate por las piezas chuecas y feítas, no son malas, saben igual y no tienen porque irse a la basura.

6. Crea un espacio en el frutero o en el refri para la fruta/verdura que hay que comer primero

Ponle “Cómeme primero” para que toda la familia se entere y junta allí la fruta y verdura madura que hay que consumir más pronto.

7. Aplica recetas sencillas para aprovechar lo que está muy maduro

• Si se te están por echar a perder jitomates: haz salsa (picante o para pasta). Lo que no vayas a usar, se congela perfectamente: usa envases que te permitan congelar porciones que te sirvan para tu familia y verás que te saca de apuros otro día.
• Si se te están por echar a perder tomates: haz salsa. Si no la vas a consumir pronto, congélala.
• Si se te están por echar a perder manzanas: haz vinagre, haz pastel, has puré de manzana (es un super ingrediente para pasteles, acompañamiento para puerco, y se puede congelar mucho tiempo)
• Busca recetas para rápidamente usar y preservar la fruta y la verdura que se está echando a perder como mermelada.

8. Bancos de alimentos en CDMX

Estamos investigando las mejores maneras de apoyar a los bancos de alimentos en la Ciudad. Más próximamente.

9. Pon una lombricomposta

De esta manera te aseguras que tus desperdicios orgánicos de fruta y verdura nunca llegarán al relleno sanitario. Las cascaras y recortes de la fruta y verdura que consumes, además de algunas piezas ocasionales que no se consumen a tiempo, serán el festín de las lombrices felices que no producen metano en el proceso. Las lombrices solo producen un pequeño volumen de CO2 y transforman los desechos orgánicos en fertilizante para tus macetas.

10. Por ultimo, no te castigues si algo sí se te echa a perder.

A todos nos pasa a veces. Cargar grandes culpas no nos sirve de nada. Si pasa, observa por qué y procura evitarlo la próxima vez.