En casa normalmente comemos repostería alemana, francesa o alsaciana y un día decidimos ampliar nuestros horizontes. Ya habíamos probado los «scones» o panecillos ingleses en alguna casa o cafetería, así es que resolvimos que sería bueno intentar hacerlos. Al mismo tiempo, y como por arte de magia (o de un sistema de inteligencia artificial misterioso) nos llegaron varias recetas de scones al correo y en las redes sociales. Mario probó la receta que a continuación describo. Desde el primer momento, se volvió una de las favoritas de casa.
Los scones tienen un tiempo de preparación muy corto. No hay que amasar mucho la masa, lo que quiere decir, que se pueden quedar trozos de mantequilla sin integrarse a la harina y no pasa absolutamente nada. Es importante cortar la mantequilla en trozos pequeños, como de 5 mm cada uno.
Ingredientes
- 600 gr de harina
- 100 gr azúcar
- 1 cucharada de Royal (polvo para hornear)
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1/2 cucharadita de sal
- 220 gr mantequilla fría
- 250 gr de crema
- 2 huevos
- 1 taza de arándanos
Prender el horno para que vaya calentando (220 grados C).
Primero mezclamos bien todos los ingredientes secos.
En otro recipiente, mezclamos la crema y los huevos. Los batimos muy bien y luego añadimos los trozos de mantequilla.
Finalmente hay que mezclar todos lo ingredientes. Hay que amasarlos con la mano hasta que todos los ingredientes estén incorporados.
Con la masa lista, hacer bolitas como del tamaño de medio puño y aplastarlas hasta dejarlas como de 1.5 cm de alto (se verán como galletas). Si tienen formas chistosas, no te preocupes. (También se pueden aplanar ligeramente con un palo de amasar y cortar con un vaso o forma sencilla de galleta, así se hicieron los que se ven en las fotos.)
Hay que colocarlas en la charola previamente engrasada o con papel para hornear y separadas entre sí como 3 cm.
Hornear durante 20 minutos a 220 grados C.
Hay que revisarlos a los 15 minutos, para ver que no se estén quemado. Cada horno tiene sus trucos y no queremos que se nos quemen ni que queden crudas.
Dejarlos enfriar un poco antes de comer.
Texto de Katya Hinke, fotos de Dora Napolitano
Una respuesta a «Scones»
Deben estar no buenos, ¡sino ultra mega deliciosos! Lo voy a intentar mañana mismo, Katya.