Texto de Dení Rayn Villalba
El consumo exagerado de carne y sus derivados no solo tiene consecuencias para nuestra salud, también las tiene para la salud del planeta.
Por ejemplo, ¿sabías que un kilo de carne de res necesita para su producción 10.000 litros de agua? ¿Y que según datos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la ganadería es el sector que más gases de efecto invernadero emite, aproximadamente el 18%, después del transporte (que representa un 22%)? Las vacas producen muchísimo metano, que contribuye 25 veces más al efecto invernadero que el CO2. Además la industria ganadera es una de las principales causas de la degradación de suelos y contaminación de los recursos hídricos.
Además, los productos animales en cualquier presentación tienen toxinas y son un factor importantísimo en la elevación de los niveles de colesterol, y el cáncer. La OMS ha clasificado la carne roja como Grupo 2A, probablemente cancerígena para los seres humanos, y la carne procesada Grupo 1, cancerígeno para los seres humanos.
Debido a los métodos de producción modernos, los productos animales contienen altas cantidades de hormonas y antibióticos, y los animales son criados y matados de maneras por demás crueles y poco higiénicas (por eso el exceso de antibióticos). Una opción es comprarlos orgánicos, lo cual no quita las toxinas inherentes y son un poco más caros, pero al menos están libres de los químicos; la otra opción es reducir su consumo.
En vez de consumir diario productos animales (ya sea res, puerco, ave, pescado o mariscos, lácteos, huevos) todos los días en todas nuestra comidas podemos darle a nuestro organismo un merecido descanso.
Pero no sé si puedo hacerme vegetariano…
¿Los vegetarianos pueden salvar el mundo? Seguro que no, pero incorporar más comidas vegetarianas a tus rutinas diarias es una manera muy importante de aportar al planeta (y a tú propia salud).
No hay datos muy confiables sobre la proporción de vegetarianos en el país. Lo cierto es que cada vez hay más gente que se anima a la alternativa, y la comida tradicional mexicana se presta, porque hay mucha variedad de ingredientes vegetales nutritivos que hacen posible una dieta sin proteína animal.
Aquí encontrarás más ideas sobre cómo reducir tu consumo de carne y el impacto positivo que generarías.
En las fotos (empezando arriba a la izquierda): sopa de brócoli, arroz verde (con cilantro), sopa de poro, papa y calabacita, nopales con papa, tacos dorados de papa pizzetas de calabacita y tortitas de quinoa.
Aquí la lista de buenos proveedores locales, sostenibles y de crianza digna en la CDMX. Si conoces otros, compártelos.
Para recapitular aquí los pasos anteriores:
Paso 1: Frutas y verduras
Paso 2: Disminuir al máximo el consumo de alimentos procesados
Paso 3: consumir cereales, harinas y azúcares integrales
Paso 4: Reducir tu consumo de productos animales puede salvar al planeta (y a ti)
4 respuestas a «Reducir tu consumo de productos animales puede salvar al planeta (y a ti)»
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