La obsolescencia programada es el concepto de crear un producto con la intención de que falle en poco tiempo para incentivar al comprador a volver a comprar. Las computadoras, los teléfonos, casi todos los electrodomésticos e incluso los coches están implicados en este triste concepto comercial.
Solo en la Zona Metropolitana del Valle de México se desechan 13,216,422 aparatos, lo que equivale a 112,490 toneladas anuales de estos residuos, equivalente a unos de 4.7 kg per capita y un 37% del total de los electrónicos generados en el país [estimaciones de 2010 del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de la SEMARNAT). De estas, a penas un 10% es reciclada de manera responsable, a pesar de que los componentes de estos aparatos es potencialmente peligroso (y a la vez valorable). [Datos del INECC citados por Crónica.]
A nivel nacional en 2014 se generaron cerca de 358 mil toneladas de residuos electrónicos, equivalente a 3.2 kg per cápita.
Pueden ver un corto llamado Toxicity (26 minutos) sobre un basurero de materia electrónica en Ghana, que da buena idea de los riesgos para la salud y el medio ambiente de los componentes tóxicos que se degradan a la intemperie. Que yo sepa, no existe video sobre la situación en los deshuesaderos electrónicos de CDMX, pero reportan que en la colonia Renovación (Delegación Iztapalapa) hay escenarios muy parecidos a los de Ghana.
Así que la basura electrónica y su obsolescencia programada, es un gran problema a nivel de la ciudad, el país y el planeta.
¿Qué se puede hacer?
¿Sabías que en 2015, Francia fue el primer país del mundo en declarar ilegal la obsolescencia programada?
Según la ley francesa: “La obsolescencia programada se define por el conjunto de técnicas por las cuales un fabricante busca deliberadamente reducir la vida de un producto para aumentar la tasa de reemplazo. La obsolescencia programada será penada con 2 años de carcel y una multa de €300,000.”
Ya hay una asociación civil francesa llamada HOP (Halte à l’obsolescence programmée: o Alto a la obsolescencia programada) que ha llevado a juicio a Apple (de los teléfonos, computadoras, iPads y ipods) y Epson (conocida por sus impresoras) por violar esta ley de la obsolescencia programada. Y la Unión Europea ya está encaminada a aprobar una ley parecida.
Para saber más del camino que han tomado los franceses pueden leer aquí en inglés o aquí en francés.
Con la apertura que crea la nueva ley, están surgiendo nuevas empresas con conceptos nuevos, como L’Increvable una nueva marca de lavadora diseñada para ser arreglable y con una garantía de 50 años. (¡Desgraciadamente no tienen fecha de venta en México!)
En Inglaterra existe una tienda en línea que se dedica a ofrecer productos que no tendrás que reemplazar: Buy Me Once, es decir: Cómprame una vez.
En Holanda, la empresa Fairphone ha diseñado un celular sostenible que se puede ir reparando por partes y que busca tener una cadena de suministro justa. Y tienen una página de ventas en español para España.
Necesitamos emprendimientos por el estilo en México. Promoviendo conceptos de compra que no busquen hacerte comprar más, sino menos, pero de mayor calidad. ¡¿Quién se anima?!
Mientras tanto, asegúrense de desechar sus productos electrónicos de la mejor manera posible.
Reciclatron o vean el video informativo aquí.
Empresa social Recicla Electrónicos México S.A.
Una respuesta a «Obsolescencia programada»
[…] auge de la obsolescencia programada hace que ahora muchas cosas se descompongan muy pronto. Por suerte en México, aun tenemos la […]