Hoy, Día Internacional del Agua, vamos a hablar del impacto de la moda en el agua. Ya hemos mencionado que el cultivo de algunos textiles es muy demandante en agua y el procesamiento de la tela también es muy contaminante. Se calcula que solo el procesamiento del algodón contribuye un 20% de toda la contaminación del agua dulce del planeta.
Pero cuando llega a nuestras casas la ropa, sigue exigiendo mucha agua. Eso lo podemos mejorar nosotros.
Lava menos
Yo sé que nos gusta estar limpios, a mi también… pero creo que a veces nos pasamos y lavamos cosas que aun no están sucias.
¿Cada cuanto lavas la ropa?
Ropa interior indiscutible: diario se cambia.
¿Un pantalón cuanto dura en uso? ¿La playera, blusa, camisa? El sweater? Las toallas? Las sábanas? Hay que tener en cuenta que el lavado es lo que más desgasta la ropa (a menos que seas un niño de 5 años que agujerea las rodillas de los pantalones con nomas verlas dobladas en el ropero 😉
Entonces, antes de lavar esa prenda, hazte la pregunta ¿De veras está sucia?
Hay que encontrar un término medio, que será según cada individuo y familia, y tendrá que ver con nuestros hábitos de sudar, bañar, oler, las sustancias que nos pongamos en la piel y detalles de continencia. Pero les propongo algunas recomendaciones por prendas.
Las toallas de baño, dado que uno las usa estando limpio, pueden durar muy bien varias semanas si secan rápido después de ser usadas, es decir tendidas al sol (porque los secadores consumen muchísima energía) aunque sea nomás en una silla en la ventana.
Beneficio: ahorras agua, detergente, tiempo (de estar metiendo lavadoras y tendiendo ropa) y la toalla se desgasta menos.
Desventaja: ninguna.
Las toallas de mano, que pasan por las manos de muchos individuos con potencialmente diferentes criterios de lo que significa tener las manos limpias (todas las mamás comprenderán) suelen necesitar cambio frecuente. Pero si estás lavando 7 toallas de mano por día porque los niños no logran que se detenga sobre el toallero, quizá esta idea puede servirte. (Tutorial próximamente)
Las playeras/blusas/camisas, al estar en contacto directo con nosotros y nuestros sudores, a veces no aguantan más de uno o dos usos, según la nariz del usuario, especialmente en una ciudad contaminada, donde se manchan los cuellos y los puños muy rápido. Pero los sweateres, si nos los quitamos cuando entramos en calor, pueden durar mucho más, especialmente si tenemos el cuidado de tenderlos entre usos para aerearlos, aunque sea en un gancho en el closet pero mejor aun al exterior, al aire y al sol.
Los pantalones, depende mucho de cada quien, cuanto nos duran. Es cosa de ir probando un uso más y de usar la nariz. De veras: huelan la prenda. No tienen que oler a jabón para estar limpio: tiene que NO oler a chivo. Como referente, hay que conocer la experiencia de Josh Le, un estudiante canadiense que se hizo famoso usando los mismos jeans casi diario durante 15 meses sin lavarlos. Dice que sí empezaron a oler feo después de *varios meses*. Aquí no proponemos que uno deje pasar tanto tiempo pero, simplemente con que dupliques el número de usos para lavar un pantalón, ya ahorraste la mitad del agua que les estabas dedicando.