La pandemia por el COVID-19 está ocasionando desesperación e incertidumbre global por las miles de muertes humanas y los cientos de miles de casos confirmados con esta enfermedad. Un 1/3 de la población mundial está aislamiento. Esto nos hace pensar a todos en cuál fue el origen de esta enfermedad y querer desaparecer ese «foco rojo».
Se sabe que el virus SARS-CoV-2 (que provoca la enfermedad llamada COVID-19) es de origen zoonótico (como todos los coronavirus, entre ellos los que causan un 15% de los resfríos estacionales). Una enfermedad zoonótica es una que de forma natural puede ser transmitida entre animales (los seres humanos también somos animales). Esto sucede cuando se encuentra fauna silvestre en contacto muy cercano por hacinamiento, como en los mercados de fauna silvestre viva (que existen en la China) donde se apilan las jaulas de animales vivos e inevitablemente se comparten todo tipo de fluidos corporales. Estas condiciones se dan exclusivamente por la manipulación de los humanos. Es decir:
la mera presencia en un lugar de fauna silvestre como los murciélagos no es un factor de riesgo.
Sin embargo en muchas partes de América Latina se han realizado acciones para exterminar a los murciélagos en el entorno. Tenemos informes de ataques a colonias de murciélagos en México y Perú (ver al final del artículo). Estas acciones no tienen ningún sentido ni sustento científico. No protegerán a la población humana e incluso podrían hacerle daño.
Lo que hay que saber sobre COVID-19 y su relación con los murciélagos
La evidencia indica que el SARS-CoV-2 posee aproximadamente un 80% de similitud con otros coronavirus encontrados en murciélagos nativos del área de Wuhan, China. Sin embargo, los murciélagos de nuestra zona no representan NINGÚN peligro, pues los murciélagos de distribución en México y América Latina no presentan tales patógenos. Además, como no toman aviones dificilmente se van a contagiar de los virus de otras especies de murciélagos en otras partes del mundo. Sin ayuda del hombre, la mayor parte de las especies no se juntan lo suficiente para intercambiar virus.
El hecho que el genoma del SARS-CoV-2 sea similar al que se encuentra en murciélagos de Wuhan no significa que el virus haya provenido directamente de ellos. De hecho es aun una teoría no probada. La diferencia del 20% restante del genoma que no tiene similitud con el virus encontrado en murciélagos sugiere más bien que el virus ha mutado durante su transferencia en otro animal intermediario. Hasta ahora no se tienen datos certeros.
Los virus se pueden transferir entre especies porque todos los seres vivos compartimos un antepasado común. Esto significa que compartimos también un código genético de base, que nos hace huéspedes viables para diferentes virus, aunque tienen que adaptarse (a veces mutando) a cada especie nueva que habitan. En general cuando un virus está bien adaptado a un huésped, casi no le provoca enfermedad. Cuando un virus brinca de una especie a otra es cuando tiene mayor probabilidad de causar estragos como es el caso ahora.
Actualmente, la mayoría de los casos de COVID-19 a nivel mundial son por transmisión humana. Por lo que debemos de dirigir nuestro esfuerzo y precaución hacia las medidas de higiene y sana distancia entre nosotros mismos no hacia acciones de exterminación de murciélagos.
Los murciélagos son benéficos para Homo sapiens
En lugar de ver a los murciélagos como enemigos, necesitamos fomentar en toda la población mayor comprensión de los servicios ecosistémicos esenciales que ofrecen al planeta (y al ser humano en específico).
- Polinización: los murciélagos son unos de los principales polinizadores de plantas de importancia económica y ecológica como del mango, plátano, pitayas y los agaves que se usan en la producción de mezcal y tequila.
- Controladores de poblaciones de insectos que pueden ser vectores de enfermedades como del dengue, zika y malaria
- Controladores de poblaciones de insectos que pueden ser plagas en la agricultura
- Ayudan a la regeneración natural de las selvas, ya que los murciélagos frugívoros son dispersadores de semillas.
Ve más información sobre murciélagos en Zurciendo el planeta
Es por eso que si le hacemos daño a los murciélagos por el miedo a contraer COVID-19 estamos atacando elementos fundamentales en nuestros ecosistemas que permiten el equilibrio natural y de los cuales dependemos y perdemos de vista lo más importante en este momento: evitar el contagio entre humanos.
Texto de Biól. Nayelli Rivera (especialista en murciélagos de México)
Reportes de ataques a murciélagos:
- México – hay reportes informales, aun no en la prensa nacional, de ataques a refugios de murciélagos en diversas partes de la república.
- Perú – el ataque a una cueva de murciélagos en Cajamarca, norte del Perú se ha difundido ampliamente en el mundo. Vela aquí.
Una respuesta a «Cuidemos a los murciélagos durante la pandemia»
Gracias a personas como las que hacen posible publicaciones así, el mundo será cada vez mejor.