6 consejos para reciclar menos
Reciclar suena muy bien, nos hace sentir bien y está muy bien. Pero puede que algunos nos dejemos estar demasiado con esta buena acción. Reciclar es la última R de:
Y como tal es solo una parte de la historia y debe ser verdaderamente la última opción.
Si estamos tratando de reducir nuestros desechos de todo tipo para que haya menos recursos para «disposición final», lo que necesitamos es tener menos desperdicios, o sea: ¡reciclar menos! Y dedicarnos a muchas otras Rs alternativas además de reducir y re-usar como rechazar, rescatar, renovar, reparar, re-vender, re-pensar, re-diseñar, restaurar, revitalizar.
En principio es bueno reciclar los materiales usados para darles más oportunidades de uso antes de que sean materia de relleno sanitario o para que algunos materiales nunca lleguen al relleno sanitario. Los rellenos sanitarios ya están a tope y son focos de contaminación, así que cuanto menos les enviemos mejor. (LINK próximamente al sistema de manejo de deshechos sólidos de la ciudad de México)
Pero el proceso de reciclaje de muchos materiales es caro en inversión y energía, especialmente para cosas que combinan muchos materiales que son difíciles de separar como un tubo de pasta de dientes o un tubo de labial. No es que no valga la pena reciclarlos, pero reciclar no resuelve el problema de fondo de que estamos consumiendo demasiados recursos naturales y tirándolos muy pronto.
Un inglés decidió guardar todo el plástico que usó durante un año y al final hizo un mural con su colección. Despues de lavar y guardar todo su plástico durante un año, y revisarlo todo para hacer su mural, observa: “Yo trabajo en mercadotecnia, y nunca pensé decirlo, pero realmente nos venden cosas que no necesitamos. Hay una epidemia de sobre producción y consumo excesivo.”
Muy pocos productos que usamos son de materiales reciclados, lo cual subraya que actualmente no está funcionando bien el sistema del reciclaje. Además hay muchas cosas en el bote de “reciclado” que quizá te sirvan e incluso pudieran ahorrarte compras, y hay otras cosas que podrías evitar comprar del todo.
Intenta este experimento rápido en casa:
- haz un inventario del contenido de tu bote de reciclaje. (Si no tienes uno aún, búscate un huacal (o parecido) donde durante una semana puedas ir juntando todo lo reciclable. Todo tiene que estar limpio para poderse reciclar, así que no causa problemas de malos olores. El chiste es verlo todo junto.) Revísalo después de una semana: ¿Qué estás reciclando?
- busca en tu casa cuántas cosas tienes que sean de plástico 100% reciclado
¿Qué conclusiones sacas?
Es hora de pensar en las otras Rs: reducir, re-usar, rechazar, rescatar, renovar, reparar, revender, re-pensar, re-diseñar, restaurar, revitalizar
Seis ideas para reciclar menos:
1. Sé más listo al hacer tus compras
Busca las versiones de las cosas que no traen empaque extra de la comida y los productos de aseo personal.
Idea: hazte una pasta de dientes de bicarbonato y aceite de coco y unas gotas de aceite esencial (LINK tutorial) y ya no necesitarás otro tubo de plástico y metal combinados.
Idea: compra todos los productos que se te ocurran a granel o en las tiendas nuevas diseñadas con la noción en mente o en el mercado, y algunas tienditas de barrio y supermercados; lleva siempre tus propios envases y pídeles que los taren (poner la balanza en 0 antes de llenar el recipiente).
Idea: compra tus productos de aseo personal en una tienda como Somos Tierra (LINK) que evita todo empaque no re-utilizable o biodegradable y cuidan muchísimo todos los ingredientes y componentes que usan en sus productos. No tienen ni un solo bote de plástico.
2. No recicles un frasco de vidrio más
Úsalos en casa para tu despensa o tus sobras. Son más fáciles de lavar que el plástico, no se les desprenden tóxicos como BPA, se congelan bien y tienen cierre hermético.
Ideas: Los frascos sirven para guardar la despensa seca, congelar (o enfriar) las sobras de una comida, para envasar una mermelada casera, o para presentación de regalo como los ingredientes para hacer brownies o unas galletas hechas en casa.
3. Si tienes hijos, sobrinos o nietos, dales acceso al bote de reciclaje
Te servirá de incentivo para guardar el reciclaje limpio y ya no tendrás que salir a comprar los insumos de sus creaciones. En resumen ¡les fomentas la creatividad y la conciencia ambiental y comunitaria al mismo tiempo y sin costos económicos!
Idea: aquí hay muchas ideas de cosas que podemos reciclar en casa. Iremos subiendo algunos tutoriales y ya hay muchos en las redes. Si hay alguno en particular que buscas y no encuentras, pregúntanos, a ver si podemos ayudarte.
4. “Reduce” es la primera R: aplícate una dieta de plástico.
Compra menos comidas preparadas, compra más a granel y en tus propios envases y hazte lonches “sin basura”.
5. Haz tus propios productos de limpieza casera y deja de reciclar los envases plásticos de los productos de limpieza comerciales
Estamos hablando de basura plástica, pero el cloro y la mayoría de los productos de limpieza son altamente tóxicos y es buena idea buscar alternativas que limpien los «bichos malos» y nos dejen vivir sanos a nosotros, nuestros hijos y mascotas.
Idea: El vinagre y el bicarbonato sirven para limpiar y desinfectar prácticamente TODO. (LINK próximamente)
Idea: en una cubeta de 7 litros de agua caliente agrega 1 tasa de bicarbonato, 1/3 tasa de sal y una tasa de jabón de castilla. Mezcla bien. Media tasa del producto por carga de lavadora. (LINK próximamente)
¡Estaremos subiendo más recetas de limpieza para la casa próximamente!
6. ¡Llévalo a arreglar!
El auge de la obsolescencia programada hace que ahora muchas cosas se descompongan muy pronto. Por suerte en México, aun tenemos la costumbre de arreglar zapatos, ropa, licuadoras, lavadoras, máquinas de coser (y un etcetera muy largo). En muchos otros países se ha vuelto más barato comprar nuevo que llevar a componer y por tanto muchísimos recursos se terminan tirando y en México ya hay rubros donde también resulta más barato la compra nueva.
FOTO zapatería, arreglos
Pero hay costos y ganancias escondidos dentro de tu decisión que no se miden en pesos. Si comprar una blusa nueva te sale más barato que llevarla a arreglar, lo más probable es que a las costureras que hicieron las blusas de la tienda, no les hayan pagado un sueldo digno por su trabajo. ¿Quieres fomentar esas indignidades en países lejanos o prefieres fomentar la economía local con la costurera del barrio?
Así que ¡No perdamos esa buena costumbre de arreglar! Le damos trabajo muy local a nuestros vecinos de barrio a diferencia que si compramos una máquina nueva (la que sea) nuestro dinero se sale de nuestra esfera.
Una respuesta a «¡¡Recicla menos!!»
[…] El reciclaje deber estar a mano, pero sin que estemos tropezando con él. En mi casa lo tengo en un estante bajo del mueble de cocina y para acceder a él no tengo que abrir ninguna tapa o puerta. Otras opciones son un huacal debajo del fregadero (con o sin puerta). La idea es que los materiales que van al reciclaje estén limpios, así que aquí no tenemos problemas potenciales de malos olores porque ya no hay materia orgánica. Hace unos años cada semana llenábamos 2 a 3 veces este bote. Ahora generalmente, solo lo sacamos una vez por semana, porque hemos reducido mucho los materiales que introducimos a la casa. (Ver: ¡Recicla menos! y re-usa más) […]