¿Cómo se hace el jabón?

por Vanesaa Aurea Sánchez

El jabón artesanal casero hecho con ingredientes naturales es biodegradable y no contiene parabenos, detergentes ni fosfatos que son los principales contaminantes de ríos y lagos.

Un jabón artesanal está elaborado con ingredientes naturales en su mayor parte, como son aceites y grasas 100% vegetales con extractos de plantas medicinales, aceites esenciales, agua y un álcali (hidróxido de sodio). Estos ingredientes se han usado para hacer una formulación equilibrada con conciencia y ciencia para obtener los beneficios del proceso tradicional de elaboración “saponificación en frío” el cual nos da las ventajas de conservar al máximo las propiedades de los aceites y extractos vegetales que limpiarán y protegerán tu piel.

Un poco de ciencia

Este jabón artesanal que se produce por el proceso de “saponificación en frío” involucra la reacción de aceites y grasas (vegetales) saponificables con un álcali (ingrediente químico) que dan lugar a sales de ácidos grasos (jabón) y glicerina, como se muestra en el siguiente esquema:

En la formulación del jabón únicamente se usan aceites y grasas saponificables vegetales.

Es importante enfatizar que en la reacción de saponificación se obtiene el jabón con glicerina, la cual es un subproducto de la reacción con propiedades humectantes. No se agrega como un componente más de origen petroquímico.

Existen otros compuestos en la formulación del jabón, que no son saponificables (no participan en la reacción con un álcali) como la vitamina A, y E, los terpenos que se encuentran en los activos de los aceites esenciales, los flavonoides, los taninos y ácidos orgánicos que se obtienen de las plantas que tienen propiedades importantes para el cuidado de la piel.

Los ingredientes y sus combinaciones son muy importantes para proveerle ciertas propiedades a la pastilla, que se verán reflejadas en el bienestar de tu piel. Dichas propiedades son:

1. pH
2. Acondicionado
3. Limpieza

Estas propiedades se logran haciendo un balance y equilibrio entre las características que tienen cada uno de los aceites y grasas saponificables de los que se hace uso con la suma de las propiedades obtenidas de los compuestos activos no saponificables.

Aceites y grasas saponificables que pueden ser usados 

Aceite de oliva virgen: Se compone principalmente de ácidos grasos: oleico, linoleico y palmítico. Es rico en minerales y proteínas, fitosterol, escualeno y tocoferol (vitamina E). Tiene un altísimo poder de penetración en la piel, alcanza las capas más profundas, por lo que la ablanda y la tonifica dejándola suave, aterciopelada y limpia. Al ser rico en vitamina E es antioxidante y reparador de las arrugas. Es un aceite suave y protector, adecuado para las pieles más sensibles y delicadas, incluso la de los bebés.

Aceite de coco: Es emoliente y exfoliante, proporciona un aspecto juvenil a la piel al eliminar la capa externa de células muertas, volviendo la piel más tersa y suave. Es nutritivo y actúa sobre la piel como una capa protectora ayudando a retener la humedad. Es un aceite suave y sedoso, compatible con la grasa cutánea, protege la piel y es delicado con las pieles sensibles. Recomendado para calmar la piel irritada e inflamada. Su alto contenido en ácido laúrico le confiere propiedades antivíricas, antifúngicas y bactericidas. El aceite de coco evita la formación de radicales libres en la piel, es regenerativo y antioxidante, disminuye los signos de envejecimiento.

Manteca de karité: Es apreciada por sus propiedades hidratantes. Reduce las arrugas restaurando la elasticidad de la piel. Presenta una acción antiinflamatoria, así como propiedades restauradoras, cicatrizantes e hipoalergénicas. Por lo que puede ser usada por bebés.

Manteca de cacao: Está formada por ácido palmítico, esteárico, oleico, laurina, linoleína y trazas de otros glicéridos. Emoliente, suavizante y altamente hidratante. Indicado especialmente en pieles normales a secas. Es excelente para tratar zonas resecas y ásperas, como talones, codos, etc.

Estimula la síntesis de colágeno, es reafirmante, devuelve la elasticidad y es un potente antioxidante.

Compuestos activos de las plantas

Los compuestos activos que se extraen de las plantas por maceración en el aceite de oliva virgen (oleato) confieren sus propiedades al jabón. Así como el aceite esencial de manzanilla.

Caléndula, la planta contienen mucílagos, antioxidantes y flavonoides que suavizan la piel y cuidan el cutis con propiedades regeneradoras y antiinflamatorias. Por su contenido en ácido salicílico es un remedio para prevenir las espinillas y el acné ya que abre los poros y combate las bacterias dañinas de la piel. Otra de las bondades de la caléndula para la piel es que es un astringente natural que se puede usar para pieles grasas pero al mismo tiempo como también hidrata la piel sirve para cutis secos.

Manzanilla, debido a su contenido en flavonoides posee propiedades descongestivas y suavizantes. Deja la piel descansada y relajada. También tiene propiedades desintoxicantes, depurativas, calmantes y antiinflamatorias. Por ello es idónea para mantener la piel desinflamada y descongestionada. En resumen se puede decir que la manzanilla, aunque está indicada para pieles sensibles, es un ingrediente natural adecuado para todo tipo de piel ya que proporciona hidratación, purificación y relajación.

Cúrcuma, es una especia popular en países de Asia y se ha usado como un producto de belleza durante siglos. Es rica en antioxidantes lo que le confiere propiedades para el tratamiento de las arrugas. Es eficaz en el tratamiento del acné, debido a sus propiedades antisépticas y antibacterianas que combaten las espinillas. La cúrcuma no sólo ayuda a limpiar las cicatrices del acné, sino que también reduce la secreción de aceite por las glándulas sebáceas; por lo que sirve muy bien a las pieles grasas. Además ayuda a prevenir o combatir las manchas en la piel, sarpullidos y alergias de la piel.

Tomillo, contiene timol uno de sus componentes fundamentales, que pertenece a la familia de los terpenos, compuestos muy beneficiosos para la piel. El tomillo es uno de los mejores para luchar contra el acné. Esto se debe a que controla muy bien los niveles de grasa, una de las causas fundamentales de la aparición de acné. Otra de las propiedades importantes del tomillo es que ayuda al organismo a la formación de elastina, lo que le hace actuar como un regenerador, tonificador y reafirmante de la piel de todo el cuerpo. Además, es perfecto para utilizarlo en las zonas más secas y dañadas, como por ejemplo los talones y los codos. La cicatrización es también una de las especialidades de esta planta.

Salvia, presenta componentes activos como los terpenos del aceite esencial que aportan propiedades estimulantes, antisépticas y antibacterianas muy importantes para el cuidado de la piel.

Romero, posee una infinita cantidad de nutrientes como hierro, calcio, vitaminas y antioxidantes; que te ayudarán a recuperar las principales funciones que hacen ver la piel saludable, como lo son la elasticidad y la firmeza. De igual manera posee propiedades astringentes, por lo que es eficaz para disminuir los poros y las líneas de expresión. Otras de las ventajas de utilizar el romero para cuidar la piel es su capacidad para estimular la circulación lo que mejorará la nutrición y apariencia de la piel; así mismo por sus propiedades antiinflamatorias es eficaz para disminuir la inflamación principalmente en los ojos. Otro de los puntos a favor del romero es que contiene antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento de la piel y promueven la regeneración celular, por lo que también se puede usar para tratar afecciones de la piel cortes, acné, eczemas, dermatitis y picaduras de insectos.

Como conservante natural se usa vitamina E, que es un antioxidante.

Si quieres conocer el proceso detallado de cómo se hace un jabón, velo aquí.