Los antiadherentes son muy populares pero las sartenes de hierro fundido (con y sin esmalte) tienen varias ventajas:
- no sueltan tóxicos (como PFOE y PTFE como muchas otras sartenes anti-adherentes)
- calientan mucho más parejo
- sirven igual de bien para calor alto, y calor mediano
- se pueden meter al horno directo (pues no tienen mango de plástico)
- si los curas bien, son tan antiadherentes como las de teflón
- son de las piezas más durables que puedes tener en tu cocina y se pueden seguir usando por generaciones. Puedes rescatar la que está perdida en la despensa de la abuela porque pasó de moda, o recuperar una en un mercado de pulgas. Con una pequeña curación (ver abajo), las sartenes de antaño quedan como nuevas.
- En este caso, no importaría que la compraras nueva (aunque está cara) porque se la vas a terminar heredando a los nietos. De hecho: es un muy bien regalo de bodas. Tendrá miles y miles de usos y no necesitará reemplazo. No son rallables.
- Sirve para todo: huevos, hot cakes, pan de olla, pescado, frijoles, salteados de verduras, incluso para hacer pasteles y flan. Las hay de muchos tamaños. (En las fotos: mermelada de pera, tortilla de huevos con papa, salteado de acelga, todas en olla/sartén de hierro fundido)
Cómo curarlas
Cura tu sartén nueva o recuperada con una grasa densa y comestible, como manteca de cerdo. ¿Eres vegetariano? Usa aceite de coco. Cubre todo el interior de la sartén con la grasa que escogiste y métela al horno durante 2 horas a 120oC.
Retírala del horno y recoge el exceso de grasa con una servilleta y déjala enfriar.
Cómo lavarlas
Ya no le apliques jabón a tu sartén de hierro fundido. Esto le quita la curación y hace que se pegue la comida.
Simplemente quítale los residuos con una servilleta (no necesitas una nueva, una de la mesa está bien, y la puedes echar con los orgánicos).
Si está muy pegostiosa la cosa, puedes pasarle con agua caliente y sal gruesa. Sécala bien para que no se oxide.
Datos tomados de la Fundación David Suzuki