14 a 24 de octubre 2022 en el Gran Museo del Mundo Maya
El 1 y 8 de octubre las compañeras de la colectiva en Mérida organizaron 2 talleres PREVIOS a la instalación del bosque, donde participaron 34 mujeres y jóvenes para bordar árboles para el bosque, incluyendo a los trabajadores del Gran Museo del Mundo Maya. Ve un reel de los talleres aquí y aquí.
El chechén y el chakáj
Se dice que donde está el árbol Chechén siempre vas a encontrar a su lado el árbol Chakáj. Cuenta la leyenda Maya que ellos son Kinich y Tizic, dos príncipes guerreros hermanos más grandes de todos los tiempos, pero de naturalezas completamente distintas. El menor, Kinich, era gentil y bondadoso, amado por todos, mientras que Tizic, el mayor, era iracundo.
Trágicamente, ambos se enamoraron de la hermosa joven Nicte-Ha de corazón puro, y a pesar de sus súplicas, declararon un duelo a muerte para ganarse su amor.
Los dioses se enfurecieron al ver el duelo, hicieron que la Tierra se quebrara, los Cielos se oscurecieran y hasta la Luna se ocultó durante su batalla, que terminó hasta que ambos hermanos murieron en brazos uno del otro. En el mundo de los espíritus, suplicaron el perdón de los dioses, y una oportunidad para regresar al mundo de los vivos y ver a su amada Nicte-Ha una vez más.
Los dioses les concedieron el retorno a nuestro mundo al convertirlos en los árboles, Tizic renació en el Chechén que secreta veneno negro de sus ramas, quemando a todo lo que se le acerque y Kinich renació como el Chakáj, cuya savia alivia el veneno del Chechén y ambos resguardan solemnemente a Nicte-Ha, quien falleció de tristeza, pero fue regresada a la vida como una hermosa flor blanca de lirio.
En conjunto a la exposición se realizaron 2 talleres de remiendo en mezclilla y remiendo de calcetines a los que asistieron alegremente tanto adultos como niños locales y visitantes, demostrando que nunca se es demasiado joven para empezar a generar un cambio desde la primer puntada.
Además conocimos a Ulises Huesca que nos compartió el proyecto de ecoturismo El Camino del Mayab que busca conectar comunidades del pueblo maya con turistas en forma sustentable y respetuosa con la naturaleza. Con él visitamos la comunidad de Mucuyché y conocimos la inspiradora historia de esperanza de Doña Elsy y sus sobrinas en el comedor comunitario de Mucuyché. (Más sobre esto próximamente)
La colectiva agradece infinitamente a toda la gente de Mérida que hizo posible que el Bosque de Esperanza se instalara en el Gran Museo del Mundo Maya, que amablemente recibió nuestros bordados y ayudó en todo momento, y los que nos apoyaron dentro y fuera del museo. Ana Méndez Petterson, Nelly Alonzo Lope, Jorge Gómez, Miranda Ibáñez, Naohmi Encalada y todo el equipo del museo. Gracias Ulises Huesca por un acercamiento a las comunidades mayas de los alrededores de Mérida.
Gracias también a todas las nuevas bordadoras que asistieron a los talleres ya las que nos ayudaron en la instalación como Lulú Flores Soto, Angélica García Tellez, Jazmín Gaspar y Hortensia Olalde Quintanar.
Un reconocimiento especial para las compañeras locales de la colectiva: Jacqui Alderete, Mónica Aranda y Verónica Franco. ¡¡Gracias!!