Por Elisa Apátiga Vega
Algunas bolsas de plástico se venden como «degradables» pero fíjate bien. Porque muchas, como las oxo-degradables, que se degradan por exposición al sol, el aire y el agua, no regresan a ser componentes básicos del medio-ambiente. En realidad se desintegran en miles de micropartículas tóxicas que contaminan el agua, el suelo e incluso también son ingeridas por animales, de esta manera, a través de la cadena alimenticia es que pueden llegar al cuerpo humano, causando afecciones en la salud ya que son disruptores endócrinos, es decir, alteran el funcionamiento de las hormonas.
Así que la bolsa «oxo-degradable» no es mejor opción que la ordinaria del super.
Busquen evitarlas lo más que puedan, usando bolsas de tela recuperada o de fibras naturales. (Pero si ya tienes unas sintéticas: úsalas. Siempre usa lo que tienes antes de salir a comprar nuevas.)
Las bolsas para la fruta y la verdura las pueden hacer en casa aprovechando materiales que si no tirarían como camisas o sábanas viejas. Si van a comprar tela nueva para el mismo fin, que sea de 100% de fibras naturales para que eventualmente (dentro de décadas) pueda compostarse y volver a ser tierra.