El enraizamiento es una práctica que busca conectarnos con el momento en el que estamos y con el entorno físico y humano donde estamos. Nos sirve mucho cuando iniciamos un encuentro, para ayudar a todos los participantes a dejar las ansiedades y apuros que traen de sus vidas cotidianas y concentrarse en el momento presente y las actividades del grupo.
Hay muchas maneras de hacer un enraizamiento guiado. Este que les dejamos aquí textual lo usó Dora en varias reuniones virtuales de la colectiva, conectando con la experiencia compartida de las compañeras
Si estás cómoda, cierra los ojos.
Siente el lugar donde estás sentada.
Observa cómo la silla, o el cojín, sillón o el suelo te sostiene
Inspira
Expira
Siente cómo tu columna se estira, como si un hilo invisible te jalara de la coronilla
Observa tu respiración unos instantes. No la cambies, solo obsérvala.
Estira tus brazos hacia arriba
Imagina por un momento que eres uno de los árboles que bordaste
Tus cuerpo en contacto con lo que te sostiene hace raíces
Imagina allá abajo, 10 a 30 cm adentro de la tierra, esas raíces conviviendo con micelios y otros microorganismos, ayudando a retener agua, comunicar entre seres vegetales, intercambiar alimentos, mandando alimentos para las ramas, tus brazos en alto, para hacer hojas, y flores y frutos
En tus ramas ¿qué percibes? ¿Qué imaginas? Cuántos seres vivos habitan las alturas de tu árbol?
Toma unos minutos para regresar aquí al lugar en el que estamos.
Observa tu respiración.
Guarda el recuerdo de tu hermoso árbol.
Cuando estés lista, abre los ojos y con esa misma atención te invito a acercarte a nuestra primera actividad.
Otras variantes
Los enraizamientos usan la visualización y la percepción del entorno para abstraer de las ansiedades y ocupaciones que traemos cuando llegamos a un encuentro.
Puedes invitar a tus compañeras a poner atención en los 5 sentidos. Por ejemplo, si haces tu encuentro en un espacio al aire libre –revisando siempre las condiciones para la seguridad de tus participantes– puedes invitarlos a:
- tomar 2 minutos para caminar descalzos
- sentarse con los ojos cerrados a escuchar los sonidos que los rodean. Puedes pedirles que identifiquen 3 sonidos diferentes y los escuchen con atención. Ojalá puedan oír sonidos de la naturaleza como un arroyo, el viento, las hojas de los árboles, los pajaritos, pero en la ciudad quizás perciban otros sonidos del ajetreo. Como sea, está bien ponerles atención.