Cuando sobran papas hervidas de una comida previa, esta es una manera padrísima de agregarles sabor y proteína (si no eres vegano) y transformarlas en una nueva comida para el día siguiente.
Ingredientes
- Papas cocidas
- Mantequilla
- Crema
- Queso rallado
- Cebolla picada y refrita
- Perejil, eneldo o cilantro (si tienes, no es indispensable)
Procedimiento
Prende el horno a 200 grados.
Parte las papas (hervidas con piel, es donde está buena parte de la nutrición de la papa) a la mitad.
Quita la papa blandita del centro y ponla en un bowl aparte. A la parte exterior de las papas, ponlas en una charola para horno y mételas a calentar (aunque no esté a temperatura el horno).
Pisa la papa que sacaste de los centros con mantequilla derretida y las hierbas que le quieras poner, según el caso.
Mientras tanto sofríe un tercio de cebolla (o más, al gusto).
Agrega dos cucharadas generosas de crema y la cebolla sofrita al puré de papas y combina todos los ingredientes.
Agrega el queso rallado y vuelve a combinar todo.
Saca las papas del horno y rellena los huecos con la mezcla preparada.
Regresa al horno unos 20 minutos. Si tus papas estaban frías del refri, puede que requieran más tiempo para estar bien calientitas.
Estas se pueden servir casi como plato principal con una ensalada o ratatouille. También van bien como acompañamiento de otro guisado sencillo.
¡Provecho!
Texto y fotos de Dora Napolitano, inspirada en la receta de Hugh Fearnley-Whittingstall en River Cottage Veg Everyday, página 226.