Este bordado se empezó en México en enero 2023 en apoyo, reconocimiento y demanda por incendios forestales en Chile. Se siguió y terminó bordando en la Argentina, sobre todo en la zona del litoral del Paraná que ha ardido demasiado en los últimos años.
Hoy lo volvemos a publicar pensando en Quito, Ecuador, en la sierras de Córdoba, Argentina, en las enormes extensiones de la cuenca del Amazonas en Brasil, Perú, Bolivia que está en llamas.
Todas y todos nos solidarizamos con zonas afectadas por el fuego porque casi todas lo hemos vivido de una manera u otra en este continente.
Compañeras de Argentina y Ecuador informan lo que sigue. Hay incendios en otras partes pero aquí en la colectiva nos informan de estos 2 sitios y les compartimos en las palabras de ellas:
Quito, Ecuador
«Ayer (24 de septiembre 2024) se registraron al menos 7 incendios en un sector estratégico de Quito y muy vulnerable de barrios y parque metropolitano, un bosque de eucaliptos plantado de gran poder incendiario. Específicamente en los barrios de Cumbayá, Guápulo y Bellavista Alta. Hay un video de alguien corriendo con una botella de agua para apagar un incendio en el parque donde vio cómo un hombre en una motocicleta lo iniciaba. Este es al menos el tercer incendio intencional en Quito en los últimos meses. No se trata de un simple incendio provocado, sino más bien de un ataque terrorista estratégico que también es ecocidio. Hay muchas capas de actores criminales: desde los pirómanos específicos que siembran los incendios, los estrategas que siembran el terror, la confusión y la anarquía justo en los márgenes de las próximas elecciones, los cárteles que compiten por el territorio, los miembros cínicos de los partidos políticos en guerra de derecha e izquierda en un sistema de gobierno corrupto que se benefician del terror y la inestabilidad, así como las empresas mineras y petroleras legales e ilegales que se aprovechan de este caos para continuar con sus actividades extractivistas ahora prohibidas en Quito y en Yasuní, los traficantes de armas que alimentan a los narcos y a nuestra policía y ejército, así como los gobiernos internacionales que rondan para aprovechar sus propias agendas imperialistas regionales.
El ecocidio es a la vez un proceso lento que se está acelerando a partir del aumento de las temperaturas del cambio climático generado por los combustibles fósiles, la deforestación, el envenenamiento de los ríos y la degradación de los ecosistemas humanos y no humanos, así como el ecocidio inflamatorio inmediato sembrado en estos incendios. Esto es ecocidio, crímenes contra nuestras comunidades humanas y no humanas. Reflejan patrones que envuelven a nuestra amada Tierra.»
Lisa María Madera de Minga Mundial, Quito, Ecuador
Córdoba, Argentina
Hoy, después de 4 días hemos comido en familia, rico y con tiempo desde que nos avisaron de los incendios. Este año nuestro @tallerIncaKiri, es base de operaciones de la comunidad de vecinos. Les estamos preparando de comer a los vecinos que han ido a hacer la guardia de cenizas. Nos contenemos entre todos
Para que se den una idea: hemos estado batallando más de 40 km de frente de incendio con un solo avión hidrante que llegó al tercer día. Subió desde el Valle de Punilla, cruzo las sierras y bajó de nuevo al llano del otro lado. Más de 50 mil hectáreas quemadas en 7 días. Y básicamente lo detuvimos con las brigadas forestales y bomberos voluntarios.
Las brigadas forestales son grupos de vecinos que se forman en control de fuego desde 2013. Las fotos que comparto no son de periodistas, son de vecinos brigadistas y que se autogestionan el equipamiento adecuado. Vuelven agotados, quemados… Las brigadas se solventan a través de las donaciones, ya que no cuentan con aporte del estado.
De los que iniciaron los incendios hay un par de personas presas, son habitantes comunes, tienen nombre y apellido. Siempre hay una voz atrás que dice que fueron pagados para hacerlo por los grandes intereses…
Lo que nos está pasando este año, y que no había pasado antes, es que hemos estado totalmente abandonados por el estado. El lunes a la noche se veía el incendio venir desde todas las casas del pueblo… y la municipalidad aviso que cerraría. Cuando históricamente era el lugar dónde se llevaban las donaciones, pedías ayuda! Y eso de este lado de la sierras donde el fuego no se llevó casas, ni vidas humanas. Esa desidia se vivió del otro lado de la sierra también, en el Valle de Punilla, donde se llevó casas. Nos sentimos abandonados…
La comunidad también le cocino a los bomberos, que son voluntarios pero están dentro de la institucionalidad y vienen de lejos para apoyar y no conocen la zona … Al final fue la comunidad la que se organizo para gestionar que los bomberos y las brigadas tuvieran comida caliente y de calidad.
Una de las cosas que más sentimos y rescatamos del horror es que en realidad juntos, como comunidad, pudimos resolver mucho más de lo que nos pudo resolver el estado. Eso es muy fuerte. Les dejo algunas fotos de los brigadistas descansando después de la acción. En el último video le echan agua a un árbol quemado. Se ve muy quemado, hasta sin esperanza, pero he visto cómo pueden renacer muchas especies si no se hacen ceniza, así que mojarlo y quitarle el calor del fuego es importante.
Hace más de 10 años que estamos viviendo con incendios anuales. Pero antes no había tantos. La diferencia es política: se dieron cuenta que el monte quemado podía dar lugar a nuevos monocultivos de soja o nuevos emprendimientos inmobiliarios. Ahora queda solo un 3% de lo que era el monte nativo hace 50 años. Es un horror lo que pasó en Córdoba. La sociedad ya se da cuenta de que esto es un ecocidio.
Y nosotros ahora, con los incendios y los desarrollos inmobiliarios, no sabemos qué agua vamos a tomar este verano. ¡La población del pueblo se ha duplicado en 4 años! Además este incendio se llevó el monte nativo que genera el agua que tomamos aquí, es brutal!
Belén, La Granja, Sierras Chicas, Córdoba, Argentina
Causas
En todas las ubicaciones de las que nos comparten las compañeras hay pruebas de que los incendios fueron iniciados a propósito y hay individuos o grupos que se benefician de la perdida de cobertura porque les será más fácil acceder a los terrenos para los fines económicos que ellos buscan.
Algunos de los que hemos identificado son:
- Agronegocios y monocultivos
- Inmobiliarias
- Minería, petroleras y otras industrias extractivas de recursos naturales
- Crimen organizado
Cambio climático y la sequía que ha provocado
El cambio climático es sin duda un elemento que, al alterar la meteorología, en algunas regiones hace más fácil prender fuegos porque ha provocado sequías más extremas que lo común. Sin embargo el cambio climático también puede entenderse como una consecuencia de la pérdida de tantos bosques a nivel de todo el continente.
En el fondo las causas del cambio climático –entendidas como intereses económicos que no velan ni consideran los intereses de la vida terrestre– son los mismos que están prendiendo el cerillo de cada incendio local.
El mito: «Es culpa de la sequía»
Si bien es cierto que en la temporada de secas cualquier ecosistema está más seco que cuando llueve y por tanto es más fácil prender fuego, y que América del sur está pasando por una de las sequías más extremas de la historia de los registros, esta sequía tiene una causa humana, es decir los disturbios meteorológicos del cambio climático y la misma deforestación que altera el ciclo del agua. Además, aun habiendo sequía no se prende el fuego como ahora lo vemos sin provocación en tantos lugares.
Hay algunos paisajes que son tan húmedos que es difícil que se quemen, y donde el fuego nunca ha sido parte de su ciclo natural. Tal es el caso de la Amazonía. Este documental «Ríos voladores» habla de la fuerza poderosa del bosque amazónico para generar agua para toda la cuenca del Amazonas y también más al sur en la mesopotamia argentina. En el minuto 36, el Ingeniero Alberto Setzer habla de los incendios en la Amazonía. La narradora dice, «Con tanta humedad, la selva tropical no se prende fuego por sí sola, pero los incendios no se detienen». El ingeniero muestra cómo los focos de fuego siguen la apertura de carreteras y dice, «La cosa es simple, sin humanos, no hay fuego».
Sin embargo, incluso en ecosistemas como el de las sierras de Córdoba, Argentina, que son más secos que la cuenca del Amazonas y donde los árboles si tienen cierta adaptación a los incendios ocasionales y pueden llegar a regenerarse, la frecuencia de los incendios de los últimos años no se puede explicar sin la intervención maliciosa de algunos individuos con intereses económicos.
¿Cuales son los impactos?
Podemos enumerar impactos que son ciertos en prácticamente todas las zonas afectadas por incendios forestales. Solo difieren en el grado de aplicación:
- mala calidad de aire en las zonas cercanas a los incendios
- miedo y angustia en las comunidades cercanas
- peligro de muerte y/o quemaduras para las comunidades más cercanas
- extinción de especies silvestres
- pérdida total de vivienda
- agresiones a comunidades rurales, indígenas y/o campesinas
- destrucción y o pérdida de los territorios indígenas y/0 campesinas
- destrucción de los ciclos naturales del agua y de la vida