Hoy empezamos una mini-serie sobre el impacto ambiental de industria textil a nivel internacional.

Vestirnos bien: ¿a qué precio?

A todos nos gusta vernos bien, estar bien vestidos, quedar bien. Pero ¿cada cuanto hace falta renovar ropero cuando ya no estás creciendo? ¿y a qué costo?

El impacto de la industria de moda

Todo el proceso de producción de telas, desde el cultivo de fibras naturales y la fabricación de fibras sintéticas, hilado, teñido, y a veces des-teñido tiene muchas consecuencias para el medio ambiente  y para la salud y bienestar de los trabajadores. En muchos países la industria no está regulada y todos los desechos se vierten sin filtros ni tratamiento a los ríos.

Las fibras sintéticas tienen una huella muy alta en cuanto a gases de efecto invernadero. Se calcula que una camisa de poliester tiene una huella de carbón del doble de una de algodón (5.5kg para poliéster contra 2.1kg para una de algodón).  En total, se estima que la producción textil emitió 706 mil millones de kilos de gases de efecto invernadero en 2015, equivalente a las emisiones combinadas de 185 centrales eléctricas de carbón.

Las fibras naturales también tienen impactos sociales y ambientales fuertes por el consumo de agua y aplicación de agroquimicos en su cultivo y luego la producción de la fibra, teñido, tejido y confección de las prendas. Vean, por ejemplo, la huella ambiental del algodón.

Las fibras «semi-sintéticas», es decir que no son derivados del petróleo, sino de fibras vegetales, como la viscosa, a veces se presentan como opciones ecológicas, pero su procesamiento también resulta altamente dañino al medio ambiente y las comunidades circundantes cuando no se lleva a cabo con ética y responsabilidad.

Los daños ambientales y la explotación de los trabajadores no se pueden separar en esta industria.

En este enlace pueden revisar los daños específicos de cada fibra (en inglés).