¿Por qué es importante separar la basura?

Un material que tu ya no uses (sea charola de unicel que traía carne, sweater, torta a medio comer o bote de crema facial) no es automáticamente basura porque tu no lo ocupes más. Son recursos que pueden volverse a usar por ti o por otros si los desechas adecuadamente.  Pero si todo se tira junto, se revuelve y ensucia una cosa con la otra, se consideran “contaminados” y nadie (ninguna empresa) quiere hacer el esfuerzo de separar y limpiarlos para re-utilizarlos.

Y por tanto todos esos recursos de la tierra, muchos de ellos no renovables o muy caros/complicados de obtener, se pierden y contribuyen a las toneladas de desperdicios que va a “disposición final” (es decir al relleno sanitario) que es, a pesar de la introducción de mejores prácticas en los más nuevos, un foco de contaminación ambiental que genera lixiviados (líquidos tóxicos) y metano y puede afectar todo el área circundante, contaminando incluso fuentes subterráneas de agua.

Por eso es importante separar la basura y saber qué significa realmente “desechar adecuadamente”.

Hay un tema semántico, porque decimos “tirar a la basura” como si con eso, mágicamente, las cosas desaparecieran. Pero en esta ciudad ya no nos podemos hacer gueyes: sabemos que la “basura” no deja de existir y ocupar lugar, siempre va a parar a algún lado. Actualmente la CDMX genera casi 13 mil toneladas de basura diaria, de las cuales 8.7 mil es destinado a relleno sanitario cada día. Dentro de la circunscripción de la Ciudad de México ya no hay suelos aptos para recibir esa basura (el último relleno sanitario en tierras capitalinas fue el Bordo Poniente que cerró en 2011) así que cada día salen camiones cargando esas 8.7 mil toneladas a depositarlas en rellenos sanitarios principalmente del Estado de México y (en menor volumen) Morelos. Más allá de los costes de transporte, la Ciudad paga por cada tonelada que recibe el relleno sanitario (son de empresas privadas).

Materiales orgánicos

La materia orgánica es un problema grave: a nivel mundial se considera que un tercio de la comida producida para consumo humano se pierde, unas 1.3 billones de toneladas por año. En la Ciudad de México el desperdicio es aun mayor. Generalmente se calcula que un 40% del peso de basura es orgánica. En la Ciudad de México, en 2016, se producía casi 13 mil toneladas diarias de basura y solo se recuperaron 484,472 toneladas de basura orgánica en las plantas de composta (fuente: Inventario de residuos 2016). Si el 40% del tonelaje diario es orgánico (según estimaciones del Banco Mundial), en un año se produjeron 1.9 millones de toneladas de residuos orgánicos. Es decir que se recupera un cuarto de los residuos orgánicos; o visto del otro lado: se pierde un 75% de los residuos orgánicos.

Aquí existe una gran oportunidad, porque ya existen muchas técnicas para re-aprovechar esos residuos como composta que haría que fertilizaran el suelo y así promovieran el crecimiento de otras plantas que contribuyen a capturar el carbon de la atmósfera e incluso pueden darnos más comida. También se podría recuperar energía a través de biodigestores.

De lo contrario no solo significa una pérdida, si no también una contribución a exacerbar el problema de los rellenos sanitarios. Cuando se envía una proporción importante de orgánicos a relleno sanitario (mezclado con materia inorgánica) produce lixiviados y metano. Los lixiviados (líquidos de la materia orgánica y agua de lluvia) jalan tóxicos de la demás basura y contribuyen a contaminar la tierra, el aire y el agua. Al descomponerse la materia orgánica de manera anaeróbica en el relleno sanitario produce metano (CH4), un gas de efecto invernadero 87 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2) para retener calor en la atmósfera y que actualmente se calcula que es responsable de un 25% del calentamiento global (fuente: C40).

Para asegurarte de que tus orgánicos se aprovechen, puedes hacerlo tú en casa. Aquí aprenderás a hacer una lombricomposta, y en breve estaremos proponiéndoles otras alternativas.

Materiales inorgánicos

Son poquitos los recursos o materiales que realmente no podrían re-utilizarse de alguna manera. Lo que más falta es descubrir todas las posibilidades de re-utilización. La propuesta de una economía verdaderamente circular es que cada vez que un recurso “nuevo” entra en un ciclo de producción estén ya contemplados sus siguientes usos después del primero al que está siendo aplicado, deben ser incluso parte del concepto de diseño. Puesto de otra manera: una empresa fabricante debe ofrecer a sus clientes/compradores la opción sencilla de cómo disponer de su producto cuando acaben de usarlo para que proceda a su siguiente etapa de uso.

Un ejemplo complicado:

Imagina todos los materiales que componen un lápiz labial. Supongamos que la usuaria lo acaba todito. De todas maneras, queda un poco del producto embarrado en el fondo y los costados. Lo restante está hecho de varios materiales entre ellos plásticos (más de uno) y metal. ¿Dónde debe llevar este resto la compradora para su re-aprovechamiento correcto?

Actualmente no tenemos la forma. Hay muy pocas empresas de productos de multi-componentes y multi-materiales (desde envases de maquillajes hasta computadoras) que tienen pensado cómo podrían ser re-aprovechados.

Así que la estrategia de momento (mientras esperamos que las empresas respondan) debe ser SEPARAR SEPARAR SEPARAR todo lo que en tus manos es un solo material identificable. No lo revuelvas, entrégalo por separado al camión.

Si se separara bien toda la basura de la ciudad y se capturaran gran parte de los recursos para re-uso, se reducirían drásticamente los volúmenes que habría que enviar a disposición final.

Quizá haya algunos materiales que no sabías que se podían reciclar, checa estos ejemplos para inspirarte, y visita la página de nuestros gurúes del reciclaje, Ecolana que tienen un directorio de los lugares para reciclar prácticamente todo lo que se recicla en la ciudad.

Aquí les ofrecemos algunas sugerencias para SEPARAR en casas con más facilidad.