Los países más pudientes del planeta tenemos un problema generalizado: tenemos demasiadas cosas. Las grandes ciudades de México sin duda están en el mismo dilema. Es algo novedoso porque durante casi toda la historia de la humanidad, la mayor parte de la población solía sufrir de escasez. En muchos lugares sigue siendo cierto, pero ya somos muchísimos los que tenemos demasiadas cosas y seguimos comprando. Definitivamente para el planeta es insostenible, y será cada vez más insostenible a medida que seamos más los que queremos consumir.
Aquí juntamos algunos artículos de la prensa y académicos sobre el tema que consideramos de interés general. Ojalá les sean de utilidad.
Diversos estudios psicológicos, antropológicos, filosóficos y ambientales nos indican que estamos saturados de cosas.
Un artículo de Steven Quartz (autor de un libro que se llama Cool: como la búsqueda secreta del cerebro por ser «chido» impulsa la economía y moldea nuestro mundo) muy interesante que asocia nuestra «necesidad» de consumir con una búsqueda básica del ser humano por un mejor estatus social: la neurociencia del consumismo (en inglés). Según mi lectura, esto no significa que el consumismo es inevitable, sino que debemos buscar las maneras de cambiar los signos de estatus en la vida cotidiana o lo que se percibe y valora como señal de estatus. Actualmente el estatus, asociado al ingreso, se expresa consumiendo y mostrando lo consumido. Pero debemos ser más listos y encontrar expresiones alternas: imagínate si la manera de expresar tu estatus fuera financiando sistemas de captación de agua de lluvia en zonas donde no llegan las tuberías! El donante podría llevar alguna señal de su bondad en la ropa (en lugar de comprar otro saco carísimo). Da mucho para pensar.
Un artículo académico que compara como habla la gente de sus propias casas y como se relaciona con su propia sensación de bienestar general. Saxbe y Repetti concluyen (entre otras cosas) que, especialmente para las mujeres, la sensación de que su casa estaba abarrotada, desordenada o que necesitaba arreglos estaba altamente correlacionado con perfiles de cortisol menos, asociados a la depresión. No Place Like Home: Home Tours Correlate With Daily Patterns of Mood and Cortisol (2009).
Informe de Greenpeace sobre cómo compra la gente y los efectos psicológicos de el exceso: After the binge, the hangover (2017) Reportan sobre una encuesta aplicada en Asia y Europa sobre por qué hace compras la gente y las sensaciones que les provoca.
Un artículo de James Wallman, autor del libro Stuffocation (una palabra creada combinando «cosas» y «asfixia» en inglés, como cosfixia) una en el Guardian, en el que recomienda en breve que debemos invertir menos en cosas y más en experiencias.
Según los encontremos, subiremos más artículos a esta página.