A nivel internacional, la producción textil contribuye más a la contaminación y al cambio climático que los vuelos internacionales y el transporte de bienes (combinados). Abaratar la ropa hace que la mayoría de la población empiece a verla como desechable, y así cada vez contribuye más al enorme volumen de basura que produce la Ciudad de México. Investigadoras de la UAM-Azcapotzalco estiman que se van a relleno sanitario entre 300-500 toneladas del ropa y tela cada día en la CDMX, mucha casi nueva.
Además, la ropa sintética (por lo menos un 50% de la ropa de uso cotidiano tiene alguna composición sintética) está llenando las aguas superficiales del planeta de micro-fibras de plástico. Una manera de impactar la industria textil es comprándole menos. Compra de segunda mano, intercambia con amigos, compra directo de artesanos. Y aprende a arreglar y transformar tu ropa vieja.
En nuestros talleres buscamos ver las maneras en la que la ropa vieja, puede volver a ser util y conformar piezas nuevas para hacer bolsas, ropa nueva, adornos, regalos, manteles y mucho más. También vemos maneras atractivas de remendar las piezas amadas hasta romperse.

La única limitante es tu propia imaginación.
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